Mantequilla Gloria por la educación
Esta semana un comentario sobre la mantequilla gloria se hizo viral en redes sociales en México.
Amigos, vengan, vengan. Les voy a contar una historia.
Seguramente conocen esta mantequilla: pic.twitter.com/Sj3AtCgM03
— mac (@nichtgefund) November 29, 2018
Esto es importante, porque da a conocer una labor importante que realiza la Fundación Andrade, dando becas a niños de México en distintos lugares y distintos niveles educativos.
Mi hermana tiene una beca de esa fundación desde 3ero de primaria. Hoy cursa el segundo año de la carrera de medicina y la sigue conservando. 💕☺️ La verdad es que han ayudado a muchísimos niños, sus historias son increíbles (cada año se hace un evento donde las platican).
— moon-ish (@nonsonoaylin) November 30, 2018
En la página de la fundación (fundacionandrade.org), podemos encontrar la historia de cómo se fundó en 1976. Cuando los dueños de la Cremería Americana decidieron dejar en su testamento, la creación de la Fundación Asistencia Privada “Alberto y Dolores Andrade”. En México, todos conocemos la mantequilla Gloria, porque alguna vez nuestras mamás o abuelas la han comprado. Sin embargo, ahora sabemos que, al comprarla estamos apoyando a la creación de más becas para niños en México.
Algo que me pareció todavía más sorprendente, es el tipo de programa que tienen. Donde los becarios tienen la posibilidad de renovar continuamente la beca durante toda su vida estudiantil, por lo que es posible que reciban apoyo hasta la obtención de un título universitario. Esto es una manera increíble de cambiar por completo la vida de niños de escasos recursos, dándoles la posibilidad de completar su desarrollo estudiantil, dándoles las herramientas necesarias para crecer profesionalmente. Que posiblemente no tendrían o sería más difícil de lograr sin su ayuda.
Creo que en este caso, la Cremería Americana y la Fundación Alberto y Dolores Andrade, son un ejemplo perfecto completo de los objetivos del desarrollo sostenible en México, ya que le dan trabajo a distintas personas con la producción de productos lácteos, así como los objetivos de educación y no dejar a nadie atrás.
Texto: Tania Robledo Retana