¿Sabes cuál es el impacto ambiental de tu ropa, televisión, teléfono o incluso tu comida? ¿Tomas café, jugo o licuado en un vaso desechable? ¿Compras botellas de agua? ¿Compras alimentos empaquetados en plástico o unicel? ¿Qué haces con la comida que sobra? Estas y muchas cosas tienen un gran impacto para alcanzar el objetivo de desarrollo sostenible 12 que fomenta los sistemas de producción y consumo sostenibles.
El estilo de vida actual utiliza gran cantidad de recursos, y se estima que para el 2050 se necesitarían casi tres planetas para poder obtener los recursos necesarios para poder vivir de la manera en la que estamos acostumbrados.
El ODS 12 busca tener sistemas de producción y consumo sostenibles, donde se pueda hacer más y mejor con menos; para que el crecimiento económico no esté relacionado con la degradación ambiental y se promuevan estilos de vida sostenibles.
Todas las acciones cuentan, y crear un estilo de vida sostenible es importante para cambiar los sistemas de producción y consumo por opciones sostenibles, que además también pueden contribuir de manera sustancial a la mitigación de la pobreza y a la transición hacia economías verdes y con bajas emisiones de carbono. Empecemos por buscar productos locales, evitando usar plásticos de un solo uso o empaques innecesarios. Si es algo que solo vas a usar una vez, ¿podrías no usarlo o utilizar un sustituto como un termo para el café o un vaso para el licuado que puedas llevar a tu cafetería preferida? También puedes llevar tus propias bolsas a las tiendas y no utilizar bolsas de plástico de un solo uso. El desperdicio mundial de recursos incluye alimentos, agua, minerales, energía, además de los plásticos que se utilizan una sola vez en distintos empaques.
Electrónica: Es muy común que las compañías que producen tecnología como celulares, computadoras, tabletas, televisiones, computadoras, etc., lancen un nuevo modelo cada año. Hay personas y compañías que cambian estas cosas cada año, aunque sus equipos sean completamente funcionales. Produciendo una gran cantidad de basura electrónica que contiene materiales que podrían ser utilizados para los nuevos modelos. Sin embargo, esto no se hace porque es más fácil usar el sistema que ya se tiene implementado. ¿Qué pasaría si todo el mundo utilizáramos todos los equipos electrónicos por 5, 10 años o más? O que las compañías reutilizaran los equipos viejos como materia prima de los más nuevos.
Moda rápida: ¿Cuántas veces usas tu ropa antes de desecharla?, cuando ya no te queda, ¿la vendes, la donas, regalas o solo la tiras a la basura? Has escuchado de la tendencia de moda rápida en muchas cadenas de ropa, producen gran cantidad de ropa de poca cada temporada, gastando gran cantidad de recursos naturales por un beneficio económico. Sabías que un par de jeans necesita más de 7 mil litros para su producción, que es lo equivalente a lo que una persona podría beber en 6-7 años. Todos podemos empezar por comprar con diseñadores o productores locales que tal vez sea un poco más caro, pero tendrá una mejor calidad y durará más tiempo, cuándo es mejor tener ropa de calidad que ropa de última moda.
Finalmente, la producción y distribución de alimentos tiene muchas fallas a nivel mundial y se estima que cerca del 14% de los alimentos se pierden en la cadena de suministro antes de llegar al consumidor final. Por lo que además de ser poco sostenibles, esos alimentos podrían servir para alcanzar el ODS 2 hambre cero. Como es de esperarse, la pandemia de covid19 ha afectado negativamente la economía y distintos objetivos de desarrollo sostenible, y la seguridad alimentaria es uno de ellos.
La desaceleración económica afectó los sistemas de producción y distribución de alimentos a nivel mundial, además de afectar los ingresos en los hogares y exacerbar la malnutrición por falta de alimentos nutritivos asequibles.
Los pequeños agricultores representan hasta el 91% en algunos países, a pesar de esto, su productividad y ganancias son mucho menores a los de los grandes productores que pueden ganar hasta tres veces más. También, existen diferencias entre las producciones lideradas por hombres y mujeres, donde los ingresos son en promedio mayores cuando la producción es liderada por un hombre.
Todas las acciones que hacemos de manera individual y comunitaria pueden tener un efecto positivo o negativo en el futuro del planeta y el desarrollo sostenible. Si nosotros tenemos y promovemos un estilo de vida sostenible haciendo conciencia en nuestra comunidad, la demanda y producción de bienes y servicios puede hacer ese cambio hacia lo sostenible. Si apoyamos a productores locales y aquellos que buscan disminuir el impacto ambiental de sus productos y si buscamos calidad en lugar de solo conveniencia, podremos lograr el cambio que necesitamos.