La infraestructura suena como algo lejano, fuera de nuestro alcance, y que no tiene un impacto directo en nuestra vida, pero nada más alejado de la realidad. La utilizamos para todo lo que hacemos, cuando nos conectamos a internet, usamos el transporte público, o cuando compramos en el mercado a comprar lo necesario para la semana. Dentro del mundo globalizado de hoy, el aprovechamiento de las diversas formas de comunicación, junto con la industria y la innovación son piezas claves para detonar inversiones, empleos, desarrollar los sectores productivos y la investigación científica de un país, como lo indica el ODS 9: industria, innovación e infraestructura.
Desgraciadamente, el acceso a estos servicios es sumamente desigual entre los países y dentro de ellos. Tomemos como ejemplo el porcentaje de la población mundial que tuvo acceso a internet en 2016. De acuerdo con Our World In Data, cerca del 78% de la población de América del Norte tuvo acceso a internet (aproximadamente 279 millones de personas), mientras que en el África subsahariana, apenas un 20% (206 millones de personas) se pudo conectar a internet. Ahora hagamos énfasis en México 2019, donde el 65.5% de los hogares urbanos contaban con acceso a internet y tan solo el 23.4% de los hogares rurales contaban con este servicio (El economista). Con este pequeño vistazo a los datos podemos observar que la desigualdad en este ámbito es enorme, con diversas consecuencias.
Los resultados de una infraestructura deficiente no solo afectan a la población, pues también tienen un efecto negativo en el medio ambiente y la conservación de la biodiversidad cuando esta no es sostenible. Ahí es donde radica la importancia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para desarrollar infraestructura que detone el desarrollo económico de una región a la vez que es respetuosa con el medio ambiente. Así, la “infraestructura sostenible” ayuda a que se beneficien todos por igual sin sacrificar alguno de los sectores.
El transporte público, los servicios de recolección de residuos, las áreas verdes y la vivienda en sí, son ejemplos de que la infraestructura está presente o ausente en nuestras comunidades y ciudades, con un enorme impacto en nuestro día a día. Es claro que todos los servicios que esta nos provee son indispensables para el buen funcionamiento de una comunidad grande o pequeña por igual.
En el ODS 11 observamos la importancia de construir ciudades y comunidades sostenibles pues según datos de Naciones Unidas, las ciudades producen alrededor del 75% de las emisiones globales de carbono, aunque solo son el hogar de un poco más de la mitad de la población mundial. Construir un mundo donde todas las personas tengan una vivienda asequible, digna y con fácil acceso a espacios verdes, públicos y seguros; además de contar con sistemas de transporte público accesible. Estos esfuerzos deben de estar enmarcados por la urbanización sostenible e inclusiva que prioriza la protección del patrimonio cultural y natural, por lo que es un enorme reto que se debe enfrentar para cumplir con la Agenda 2030. Mientras que una urbanización adecuada dignifica la vida de las personas, una mala urbanización mal planeada trae consecuencias medioambientales, sanitarias e inclusive económicas para las personas sus habitantes, especialmente a grupos vulnerables, ya que las deja más expuestas a las consecuencias de los desastres naturales.
En conclusión, los Objetivos de Desarrollo Sostenible 9 y 11 nos muestran la importancia de crear infraestructura sostenible, inclusiva y accesible, pues esta es la base de la innovación y de la industria. Además, es importante señalar que el desarrollo de infraestructura con las características antes señaladas en las ciudades y las comunidades trae beneficios para el medio ambiente y la economía de una región, mientras que dignifica la vida de las personas, acercando servicios de calidad a sus hogares. En contraste con lo anterior, puede haber consecuencias graves e impactos negativos en las comunidades si se decide continuar con una infraestructura no sostenible, condenando a los grupos vulnerables a sufrir los estragos de la crisis climática y la pobreza. Es por eso que resulta sumamente importante que todas las personas tomemos acciones desde nuestros campos en favor del cumplimiento de los ODS, crear presión para cumplir con todas las metas en el 2030 y así lograr un mundo más equitativo, sostenible y resiliente donde ninguna persona se quedado atrás.
Escrito por Martín García Meza
Embajador MY World México
Referencias:
- Moran, M. (2020, 17 junio). Ciudades. Desarrollo Sostenible. Recuperado 3 de marzo de 2022, de https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/cities/
- Rivera, I. (2022, 10 febrero). México tiene varias brechas digitales. El Economista. Recuperado 3 de marzo de 2022, de https://www.eleconomista.com.mx/ tecnologia/Brecha-digital-entre-campo-y-la-ciudad-en-Mexico-seensancha-20220209-0072.html
- Roser, M. (2015, 14 julio). Internet. Our World in Data. Recuperado 2 de marzo de 2022, de https://ourworldindata.org/internet#citation
- Imágenes: https://www.pexels.com/es-es/